miércoles, 1 de mayo de 2013

Austeridad y paciencia, más paciencia y más austeridad

  Tras las últimas medidas anunciadas por el Gobierno (¿medidas? bueno, así se les llama aunque no sean más que golpes de ciego) la gente de uno y otro color generalmente se sube por las paredes.
Se suben por las paredes no solo por las "medidas" anunciadas, también por la petición de paciencia a los ciudadanos. Paciencia no, más paciencia porque paciencia y austeridad ya nos pidieron y nos prometieron de eso último.
La gente ha cogido el último dato del paro y se ha escandalizado como nunca, más que cuando el fiscal general de Estado anunció el cierre del caso 11M incluso.
Estoy de acuerdo en que 6.200.000 parados son muchos parados, estoy seguro de que la reforma laboral tiene parte de culpa de esto, puede que sea una reforma incompleta, una reforma utópica, una reforma equivocada...

Vamos a lo que importa. Por mucha paciencia que se me pida, mucha austeridad que se me prometa (y también se me pida, ahora lo aclaro) desde el Gobierno, no saldremos de la situación oscura en la que estamos si no nos centramos en unos detalles.
En los ocho años de "Gobierno" de Zapatero todo era gente opositando y colocándose en la administración de una u otra forma. Cada año salían más puestos de empleo público, y las academias se forraban formando a los opositores. Un buen amigo mío es dueño de una de estas academias, por tanto sé bien lo que pasaba en esos años.
Es un problema cultural, antiguamente, en los años 80 la gente de izquierdas le inculcaba a sus hijos que la formación profesional era mejor que estudiar una carrera. Tenían presentes los "logros" de la URSS y la falsamente llamada "política proletaria". En cuanto gobernó la izquierda en España tras la transición (año 1982 PSOE, Felipe González) eso empezó a cambiar, y la izquierda quería que sus hijos aspirasen a más, incluso a ser directivos (antes enemigos para ellos, la izquierda) y estudiasen carreras universitarias. Claro, ya se estaban infectando las universidades españolas del comunismo radical recalcitrante que tenemos ahora en ellas.
La izquierda con Felipe González en el poder ya tenía dos formas de alimentarse fuera del proletariado ese que tanto venden. La primera era sacarse una carrera (antes demonizadas por ellos mismos) y la segunda sacarse una oposición (y tener un sueldo sin tener un jefe "directo" al uso). Así que España se llenó de policías, bomberos y administrativos que no eran necesarios (al menos en tanto número).

Todos esos puestos creados por la izquierda sumados a todas las subvenciones y pagas destinadas a todo inmigrante legal o ilegal son un incremento del "gasto fijo país". A eso también hay que sumarle el incremento de políticos y partidillos de medio pelo que también se mantienen de los impuestos de los trabajadores comunes y decentes.
Cuando ahora nos plantean que saldremos de esta con austeridad y solo con austeridad se equivocan. Hay que mantener a todos esos que he nombrado antes y que con la cultura de la construcción de 800.000 viviendas anuales se podían más o menos mantener. Ahora todo eso se acabó, pero se acabó sin alternativa, ni en industria, ni en turismo ni en nada de nada.
Acabo de ver en el telediario (aquí aclaro donde se me pide la austeridad) que los grupos políticos piden que se impartan clases de economía básica en los colegios, en primaria. Esto se pide porque se ha llegado a la conclusión de que el español ha aprendido a recortar en ropa y a recortar en comida, pero no ha aprendido a recortar en energía. ¿Recortar en energía? ¿Estamos tontos? Tenemos unas cuotas fijas cada vez más altas en cualquiera de los recibos de energía de cualquier hogar. Nunca he recortado en energía porque nunca he derrochado en energía. No meto una botella de agua en la cisterna al igual que la mujer de Zapatero no dejaba de llenar su piscina hasta arriba para su sesión de natación (vigilada además por dos guardias civiles pagados por mi y todos los españoles de bien).

Conclusión. Señores, como no despidan al gran número de políticos y funcionarios que se incrementaron en los años del ladrillo y echen de España a la gente que vino a trabajar y se ha quedado parada pero cobrando subsidio (no es ninguna burrada, se hace en todo el globo terráqueo) no saldremos de esta solo con austeridad. Es más, aunque a la austeridad le sumásemos la paciencia pedida y medidas de estímulo económico tampoco saldríamos de esta.
Déjense de fechas y de pactos absurdos porque lo que aquí sobra es gente viviendo de las costillas de los trabajadores decentes y pagadores de impuestos.

Au revoir