sábado, 29 de junio de 2013

Ciencia ficción

       

            Mucho he tardado en volver a escribir en el blog, pero es que se me hace difícil escribir sobre actualidad cuando la actualidad es tan compleja (y tan clara, aunque algunos quieran convencernos de lo contrario).
Resulta que Hacienda ha enviado unos documentos de la infanta Cristina al juez que investiga el caso Noos en los que se vislumbra un presunto delito de blanqueo de capitales. Son 13 operaciones de compraventa las que se le imputan sin que al parecer ninguna de ellas haya sido realizada por ella.
El tema es que Cristobal Montoro, el Ministro de Hacienda, atribuye 11 de esas compraventas a errores de notarios y/o registradores y los otros dos "errores" se los atribuye al Ministerio de Hacienda. El Ministro alega que esos dos errores se cometieron al introducir los datos en su sistema y que ello ha provocado que aparezca el DNI de la infanta sin que ésta tenga nada que ver con esas dos operaciones ni ninguna de las 11 restantes.
A la pregunta que le hicieron desde esRadio sobre la posibilidad de equivocarse tantas veces con los datos de la misma persona respondió que somos humanos, que nos equivocamos muchas veces, aunque también reconoció que no podía justificarlo "técnicamente". Hasta 34 veces repitió la palabra error en apenas 9 minutos en una rueda de prensa posterior.

A mi me gusta la ciencia ficción de libros y películas, pero en mis ratos de ocio. En mi opinión fuera del ocio y cuando se trata del dinero del bolsillo de los contribuyentes lo que está en juego la ciencia ficción está fuera de lugar por mucho que Montoro pueda parecer un personaje de una película de ese mismo género.
Lo que más me fastidia es que se crean que somos todos idiotas solo porque no nos hemos puesto en nuestro sitio, y yo les digo una cosa: Antes de la dictadura hubo república, y después de la república hubo dictadura, y después esta pantomima que vivimos. Con esto quiero decir que no estamos a salvo de que suceda cualquier cosa cuando tenga que suceder por muy difícil que ahora parezca.
A buen entendedor...